Argentina derroto a EE.UU en un partido infartante

|

Argentina sólo tuvo que esperar para que aflorara su calidad

Lionel Messi, habilidoso delantero de Argentina, intenta un desborde ante la marca de Jimmy Conrad, de Estados Unidos. El juvenil jugador argentino mostró destellos de su calidad, como la asistencia a Crespo en el segundo gol.
Foto: EFE/Lautaro Cano

Argentina tardó en encontrar su juego, pero bien valio la pena y derrotó por 4-1 a su par de Estados Unidos. Crespo, en dos ocasiones, Pablo Aimar y Carlos Tevez marcaron para el conjunto de Basile. Eddie Johnson, de penal, había puesto en ventaja a Estados Unidos. La "albiceleste" tuvo que esperar hasta bien entrada la segunda mitad para que aflorara la calidad que tiene, la que le sitúa como principal favorita, y que cuando afloró, borró del terreno a un Estados Unidos que tuvo que rendirse a la evidencia.

Los norteamericanos, pese a su novedosa convocatoria para venir a Venezuela, dieron la talla durante muchos minutos, pero la entrada de Pablo Aimar al campo, la efectividad de Hernán Crespo y la chispa y calidad de Lionel Messi, fueron suficiente para la victoria argentina.

Los argentinos no esperaron ni un minuto en tomar el mando del choque e irse hacia la meta rival, aunque quizás por ello una contra de los estadounidenses acabó con el balón en los pies del rápido Eddie Johnson, a quien Gabi Milito no tuvo más remedio que hacerle penal, cuando el delantero encaraba a Roberto Abbondanzieri. El propio Johnson se encargó de transformarlo en gol con seguridad y engañó al portero del Getafe español cuando sólo se habían cumplido nueve minutos de juego.

El contratiempo para la albiceleste lo palió dos minutos más tarde Hernán Crespo con un gol de delantero centro, al estar en el sitio en una indecisión de la zaga norteamericana. Ahí empezó un nuevo partido, en el que se vio que Argentina no pudo desarrollar su juego de calidad, con un Riquelme bien atado en el centro del campo, lo que obligó al combinado sudamericano a abusar del patadón. Estados Unidos no cambió en todo el primer tiempo, se situó bien en defensa, presionó mucho en la medular y buscó el pase largo para sorprender a la adelantada defensa argentina.

La segunda parte poco varió en sus inicios, pues el combinado que dirige Bob Bradley lo tuvo claro y no se descompuso pese al mayor control del balón de sus adversarios. El técnico argentino intentó darle un cambio a la situación con la entrada de Pablo Aimar en sustitución de Esteban Cambiasso, variante que había ensayado en los últimos entrenamientos desarrollados en Venezuela y que había dado resultado.

El cambió coincidió con la aparición de un hasta ahora ausente Messi, pues el joven futbolista del Barcelona avisó de su calidad con una incursión a la hora de partido que estuvo cerca de convertirse en el 2-1. Muy poco después, volvió Messi al tomar protagonismo, ahora con una jugada personal de exquisita calidad que concluyó con un preciso pase al hueco que no desaprovechó de nuevo un efectivo Hernán Crespo, que logró su segundo gol.

Le había costado a Argentina ponerse por delante en el marcador, pero cuando lo hizo ya manejó la situación a su antojo ante un Estados Unidos que cuando tuvo la obligación de crear ya no fue el mismo equipo. Argentina jugó a placer y una preciosa jugada de equipo, con toque y rapidez, acabó en el 3-1 con un certero y fuerte cabezazo de Aimar, resultado que se encargó de redondear Carlos Tévez, pocos minutos después de ingresar al campo, con el cuarto para los albicelestes.

ver compacto del cortejo

0 Ociosos Dicen: