Uruguay revivió frente a Bolivia

Uruguay, con un gol del inspirado Vicente Sánchez, derrotó por 1-0 a Bolivia, recobró sus opciones de clasificación y comprometió las de su rival, en partido del grupo A, disputado en el estadio "Pueblo Nuevo" de la ciudad venezolana de San Cristóbal. Sánchez, un jugador que demuestra su clase en el fútbol mexicano, consiguió el único gol del encuentro a los 58 minutos de un partido intenso, pero de trámite discreto, por las imprecisiones que cometieron ambas selecciones.

Bolivia sorprendió en el inicio del encuentro al tomar el control de las acciones frente a un rival que lució nuevamente sus líneas inconexas y pocas ideas, a pesar de la imperiosa necesidad que tenía de quedarse con la victoria, tras la goleada por 0-3 que sufrió en su debut frente a Perú. El hábil Sánchez llevó la primera jugada de riesgo a los 4 minutos de juego con un ingreso profundo que fue cortado por el árbitro por una aparente posición adelantada cuando se iba en solitario hacia la portería boliviana.

Esta jugada fue, sin embargo, sólo un espejismo, ya que las demás acciones se desarrollaron en el medio sector, con demasiadas interrupciones por fuertes jugadas y pases imprecisos que convirtieron en un monótono ir y venir del balón. Sólo se vieron tímidos intentos de Joselito Vaca y Lorgio Álvarez, aunque sin profundidad, mientras que Uruguay decepcionó con un fútbol sin ideas, a pesar de los intentos de un Sánchez que lucía sin compañía.

Ni Diego Forlán ni Cristian Rodríguez encontraron su mejor fútbol y, más bien, se les vio desperdiciar un tiro libre y un remate de cabeza a portería, respectivamente. Joselito Vaca envió la réplica boliviana a los 20, con un remate de tiro libre desde unos 35 metros que inquietó a Carini, en otra de las pocas ocasiones de riesgo de esa primera mitad.

El ritmo poco trascendente del partido se mantuvo durante los primeros minutos de la segunda mitad, hasta que a los 58, Sánchez, el mejor jugador del encuentro, logró vencer a Galarza tras una falta de reacción de Peña en un pase de Forlán. La anotación le dio una inyección anímica a los uruguayos, al punto que Forlán demostró de inmediato algo de la clase que lo ha llevado a Europa, con un envío desde unos treinta metros, que obligó al portero boliviano a esforzarse para evitar una segunda caída.

Con un Uruguay entonado en lo anímico, pero sin superar las serias descoordinaciones entre sus líneas, Bolivia se fue con todo al frente y, de no ser por Carini, que lució majestuoso para cortar dos ataques de gol, hubiera merecido el empate en los últimos minutos de juego.

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